MES DE LA HISTORIA DE LA MUJER
CELEBRANDO A LAS MUJERES VALIENTES QUE NOS INSPIRAN
No solo fue la mujer más rápida del mundo, sino también una de las más veloces. Nacida el 21 de diciembre de 1959 en Los Ángeles, California, Florence Griffith Joyner destacó en el atletismo desde temprana edad; a los 14 años ganó los Juegos Nacionales Juveniles Jesse Owens. Después de la preparatoria, asistió a Cal State Northridge para estudiar atletismo, pero dejó la universidad poco después y trabajó como cajera de banco para mantener a su familia.
El entrenador Bob Kersee la encontró y la ayudó a matricularse en la UCLA, donde continuó entrenando. No solo su velocidad llamaba la atención, sino también su estilo. Flo Jo tenía un estilo muy original. Diseñaba sus propios atuendos, lucía un peinado y maquillaje glamurosos y lucía sus inolvidables uñas de quince centímetros.
Tras las pruebas olímpicas de 1988, recurrió a su esposo y compañero atleta olímpico, Al Joyner, para que la entrenara. Durante los Juegos Olímpicos de 1988, ganó tres medallas de oro, incluyendo los 100 metros lisos, los 200 metros lisos y el relevo 4x100. También ganó una medalla de plata en el relevo 4x400.
Flo Jo se retiró del automovilismo después de los Juegos Olímpicos de 1988 y tuvo una hija. Posteriormente, escribió libros infantiles, poesía, actuó e incluso diseñó los uniformes de baloncesto de los Indiana Pacers de la NBA a finales de los 80. Falleció en 1998 a los 38 años, dejando a sus fans, que la adoraban, grandes recuerdos y un legado de belleza, fuerza, potencia y velocidad. Su vida es un verdadero testimonio de trabajo duro y originalidad; su historia nos inspira profundamente. Nunca habrá otra Flo Jo.
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